La técnicas del Grabado

El grabado posee una peculiaridad sobre el resto de las artes plásticas: su multiplicidad. Se trata de realizar una matriz que le sirva al artista para repetir su obra cuantas veces quiera. Según la materia de esa matriz, hablaremos de distintas modalidades de grabado. En general, se puede hablar de tres grandes técnicas: el grabado en relieve, el grabado en hueco y el grabado plano. Dentro de cada uno se podrán distinguir a su vez distintas modalidades.

 

a) Grabado en relieve.

En este caso se trata de excavar en la matriz los blancos de la imagen y en relieve las líneas que resaltarán las partes tintadas. Un tampón de oficina sería un ejemplo sencillo de lo que es un grabado en relieve.

 

Xilografía.- La materia clásica para la matriz de este proceso de grabación ha sido tradicionalmente la madera. Su principal característica es la nitidez de las formas y la claridad de los volúmenes. Naturalmente se puede aplicar color. Uno de los ejemplos más sobresalientes de la técnica de estampación sobre madera es el grabado japonés.

 

b) Grabado en hueco.

Es el procedimiento contrario al anterior. Se trata de arañar la matriz y en los huecos que se abren (tallas) se deposita la tinta, que por medio de una fuerte presión se trasladará al papel. Como matriz habitual se utiliza el metal, sea acero, cobre, cinc, etc. En general a este procedimiento se le llama Calcografía, si bien hay también en este caso distintas modalidades:

 

Grabado a buril.- Cuando la herramienta utilizada para proceder al arañado del metal es un buril. El propio buril marca formas y contornos, mientras el sombreado se consigue entrecruzando líneas, cuanto más cercanas más sombreada la imagen. Resulta plásticamente un grabado de mucha fuerza expresiva.

 

La punta seca.- Es otra herramienta que araña el metal, luego el procedimiento es muy similar al anterior, con la diferencia de que la punta seca deja una rebaba en los bordes del surco, que tiene como consecuencia una imagen más difusa y menos nítida, especialmente en los contornos. Como esa rebaba desaparece enseguida, la punta seca admite muy pocas copias.

 

El aguafuerte.- Se trata de un método que no utiliza herramientas que arañan directamente el metal, sino ácidos corrosivos que igualmente "muerden" el metal. El aguafuerte es el procedimiento más utilizado, el más clásico y del que derivan los demás. En este caso se ataca el metal por medio de ácido nítrico rebajado con agua (aguafuerte), cubriendo las partes que no se quiere morder por medio de barnices. El resultado es más áspero, más rústico si se quiere, desde luego menos lineal, pero también más rápido y menos laboriosos que el trabajo a buril.

 

El aguatinta.- Sobre la plancha se aplica una capa de polvo de resina y se calienta para que de este modo los grumos de resina queden adheridos a la plancha de metal. Al aplicar el ácido éste morderá las zonas sin resina aislando el resto. Se obtiene de esta manera un resultado gráfico muy pictórico, pues permite conseguir muchas tonalidades intermedias al extenderse la tinta más uniformemente y desaparecer la proliferación de líneas y marcas.

 

 c) Grabado plano.

Este tercer bloque agrupa a los grabados cuya matriz es plana, es decir sin ningún tipo de relieve o hueco. Simplemente se trata de trasladar al papel lo que se haga directamente sobre la superficie lisa de la matriz. Por esta razón algunos especialistas no consideran estas técnicas como grabado.

 

Litografía.- Utiliza como matriz piedra calcárea a la que se aplican tintas grasas. La piedra repele la tinta salvo en las zonas grasas, lo que permite realizar imágenes que se imprimen en el papel por medio de la presión. Al ser un recurso barato, fácil y rápido de manejar, la litografía sirvió de base al grabado industrial, el cartel y la ilustración del libro.

 

Serigrafía.- No utiliza plancha alguna sino que su matriz es una simple trama o tamiz de seda, a través de la cual pasa la tinta al papel o a otras materias (otras telas, madera, cerámica, etc). Es fácilmente aplicable a la industria actual, por lo que la serigrafía artística es habitual en los movimientos artísticos más recientes.

 

La estampación.

El último paso en todo el proceso de grabado artístico consiste en trasladar la imagen obtenida sobre la matriz al soporte sobre el que se estampará, normalmente papel. Se realizan varias estampaciones previas a la tirada final. Las primeras que sirven para ver errores y retocar la plancha se llaman de estado, y puesto que suponen la rectificación de la plancha son irrepetibles, por eso son tan valiosas y están tan perseguidas por coleccionistas e investigadores.

La prueba inmediatamente anterior a la tirada final se llama antes de la letra y aunque la plancha ya no se retoque, se cotizan más que las tiradas finales.

Finalmente se realiza la tirada definitiva en tórculos o prensas donde se imprimen las imágenes. No se trata de un proceso meramente mecánico, requiere mucha pericia y sensibilidad, y la prueba es que durante siglos fue una especialización artesanal y que su ejecución solía hacerla una persona distinta al propio grabador.