3 Consejos para identificar una pieza de marfil
A la hora de adquirir marfiles hay que informarse bien dada la gran variedad de hueso que hay hoy en día en el mercado. Desde el más codiciado marfil de elefante (la palabra marfil viene de árabe mar-al-fil, hueso de elefante), pasando por los huesos de mamut prehistórico, muy en moda hoy en día, de hipopótamo o morsa. Hueso tallado que prácticamente es igual físicamente, en talla y personajes, pero con una calidad y precio muy inferior al marfil de elefante y nos pueden dar “gato por liebre”.
En España no se puede vender marfil de elefante a no ser que sea antiguo (no puede haber una talla moderna) ya que la importación está prohibida y sólo hay cabida en el mercado del marfil que ya está en el país. Existen restricciones a la exportación e importación de marfil por la matanza de animales que producen este material, pero también existe el comercio ilícito con este material o productos derivados. Todo marfil vendido en España tiene que ir acompañado obligatoriamente de su correspondiente CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) sin este no se puede vender.
Para ayudar a identificar el marfil hay tres “trucos”:
1 – Temperatura. Suele estar mas frío al tacto que la temperatura ambiente.
2 – Las marcas de aguas que tiene en su interior el marfil. Son esas marcas onduladas más oscuras que se ven en cualquier pieza, son suaves y menos pronunciadas, por ejemplo, que en los huesos de mamut, que tienen un aspecto fosilizado.
3 – Dureza. Este
es un buen truco para ver si las piezas que tienes en casa son o no de marfil. Para comprobar la dureza coge una aguja, la calientas durante unos segundos y pinchas el marfil. Si entra no es
marfil (bajo tu responsabilidad).
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